Mitos sobre la nube

20 Mayo

Mitos sobre la nube

MITOS SOBRE LA NUBE

Cuando se aborda digitalización de una empresa (la implantación de un ERP por ejemplo) las empresas se preguntan si hacerlo en la nube o no.

Y es que muchas veces el desconocimiento nos hace tomar decisiones basadas en intuiciones y no en datos reales.

Un informe realizado por Deloitte Global el año pasado, confirma que cada vez son más las empresas que migran a la nube. Y las previsiones indican que esta tendencia continuará en aumento, arrojando un pronóstico de ingresos un 30 % superiores en los próximos cuatro años en este sector.

Parece que en el mundo empresarial todavía existen ciertos miedos e incertidumbres que bloquean su implementación. Para aclarar algunas dudas sobre la nube vamos a desmontar algunos de los mayore mitos que existen en la mente de las pymes.

 

La nube es más cara que la solución local

Para saber si la nube es más cara debemos tener en cuenta todos los costes tanto de la nube como de las infraestructuras físicas. Costes como la propia infraestructura, soporte, mantenimiento, alta disponibilidad, coste energético, coste de licenciamiento, etc.

Si tenemos en cuenta todo esto veremos que la opción de la nueve es mucho más económica. Además no precisa espacio físico, el coste de mantenimiento es mínimo, y no es necesario adquirir equipos.

La solución local necesita implementar actualizaciones constantes de software, sistemas de seguridad, etc.

Migrar a la nube es muy complicado

Si se trabaja con un proveedor de confianza y con experiencia es un proceso que no plantea problemas. Todo el proceso puede llevarse a cabo muy rápidamente con momentos mínimos de inactividad.

Todo debe estar en la nube

La adopción de la nube puede ser única o híbrida, ambas opciones son válidas en base a las necesidades de cada empresa.

Llevar toda la información de la empresa a la nube puede ser un proceso largo que requiere cierta planificación y organización. Por ello, lo más habitual es que las compañías adopten la nube poco a poco a través de un modelo híbrido en el que al ritmo adecuado van implementando soluciones cloud mientras mantienen otros entornos en local.

Solo es adecuada para empresas tecnológicas.

Nada está más lejos de la realidad que este mito. Cualquier empresa de cualquier mercado puede utilizarla sin importar cuál sea su tamaño.

La nube tiene poca seguridad

La seguridad en la nube se encuentra legalmente regulada, a través de una normativa de buenas prácticas. En este sentido, la Unión Europea establece la obligatoriedad de la protección de los datos ubicados en la nube (LOPD y RGPD). El proveedor de cloud computing se toman muy en serio la seguridad, se encarga de cumplir con todos los requisitos y regulaciones, para mantener la seguridad de los datos, las comunicaciones, etc. Así como para asegurar que se cumplan las exigencias jurídicas.

El acceso a la información alojada en la nube está restringido y es la empresa la encargada de facilitar los permisos pertinentes a quien sea necesario.

El mantenimiento de la seguridad en la nube es muy complejo.

Aunque las herramientas sean diferentes, los procedimientos para el mantenimiento de la seguridad que había antes de pasar a la nube pueden seguir usándose, con ciertos retoques, pero evitando esa falsa complejidad.

Los datos almacenados en la nube son de acceso público y/o pueden perderse

los datos almacenados en la nube están fuertemente protegidos. Hoy en día, existen más herramientas de seguridad que hace años y los proveedores de cloud computing trabajan continuamente en mejorarlas y en protocolos de seguridad avanzada.

En este punto es muy importante  quién tiene acceso a los datos. Es imprescindible establecer un cifrado y los controles pertinentes para asegurar que solo quienes tengan permiso puedan acceder a los datos.

Pérdida de control de la tecnología

El cambio a la nube no supone una pérdida de control sobre los documentos o tecnología alojada en ella.

Gracias a la nube los equipos de IT seguirán teniendo el control de la infraestructura, pero sin tener que preocuparse de las actualizaciones. Podrán reducir su carga de gestión para dedicar su tiempo a mejorar operaciones o lanzar nuevas iniciativas.

En vez de invertir más y más tiempo y dinero en servidores, el equipo podrá centrarse en el apoyo estratégico a través de la tecnología.

No hay la integración con otros sistemas

En el mercado existen cada vez más herramientas que posibilitan la integración de datos de manera segura entre hardware y operaciones. Y, del mismo modo, puede realizarse entre distintos sistemas operativos.

La nube no es flexible ni escalable

En realidad, una de las características más destacables de las alternativas en la nube es su flexibilidad y escalabilidad.

Permite a las empresas ir aumentando la capacidad de almacenamiento de forma progresiva así como adaptar las características a las necesidades que vaya demandando la situación de la empresa.

La agilidad de las actuaciones de la empresa, en cuanto al manejo de los datos, comunicaciones o gestión de la información, está garantizada aunque cambien las circunstancias.

La nube utiliza las actuales herramientas de seguridad

No, ya que algunas no funcionarán. La mayoría no podrán afrontar según qué preocupaciones concretas de la nube.

 

Para las empresas la nube es una enorme oportunidad, sobre todo para las pymes, ya que  pueden acceder a soluciones líderes, más ágiles, accesibles, escalables y sobre todo seguras.

 

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